Autora: Elisa Mariscal Vacas
¡Hola! ¡Holaaaa!
¿Hola?
Un día el mundo desaparece para nuestra protagonista. Sucedió poco a poco, cuando decidió salir a caminar y al andar saludaba a todos a su paso; pero ellos jamás respondieron... o fingieron nunca escucharla.
Ella no soportó más su indiferencia y desde el fondo de su alma descargó su tristeza con el grito de un
¡TONTOOOOOS!
Por suerte se encontró con alguien que todo lo mejoró. Puedes descubrir el final de esta historia en el video que te compartimos con la narración completa.
Este cuento tan sencillo, tiene consigo un mensaje poderoso: la exclusión y la indiferencia pueden llegar a ser muy dolorosas. Intentemos ser más empáticos y no olvidemos nunca que las pequeñas acciones, incluso un "hola", pueden cambiar el día de las personas.
Paola Ríos
Coordinadora de Voluntariado
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